viernes, 22 de mayo de 2009

Teresa Fornaris (Cuba)

Xilet y el lobo

Xilet cruza la mancha
El hueco silencioso y claro en otras gargantas
Sus hermanas fueron ahogadas por las piernas
y los peces
que mordisquearon sus vaginas hasta el hueso de la pelvis
No hubo gritos
ni aves de extensos cuellos
que volaran hasta el paraíso que cuelga
en la pared del cuarto
Xilet escucha
Señala con su dedo pequeño:
el almácigo
la güira
el flamboyán
Alguna vez entre ellos se tendió la hamaca y la cuerda
y volaron juntos el doble de dos
que era como decir uno solo
La madre fuera
Cargando con su miedo de hojarasca
Mirando el brillo en Xilet
En sus hermanas
Mirando el diente
Dejándose matar
por un pelo del lobo.

Sacando la mano o preguntando

No hay recetas para la contundencia
Decir callo o camino
no será igual a explicar
espero callada en una esquina la botella
botella: cubanismo
dos ruedas al menos
al menos un espacio
y un conductor masculino
—para mi caso—
El intento tampoco será contundente
ni habrá receta alguna
pero tendrá sus reglas
reglas: nada de sangramientos o dolores de cabeza
pregunta genérica
amable
rostro de qué bien si te lleva
pero si te deja ya vendrá otro
El salto al interior es instantáneo
El pensamiento queda
para quien espera por el próximo cambio.

Los que no llevan bolsas también son diferentes

Cuando llevas una bolsa eres diferente
no de cuero o tejida
sino de tu propio material
y del material que dejaste entrar en tu vagina
Siempre te miran diferente
unos admiran tu limitación
otros te compadecen
otros
en cambio
te borran por completo de todo registro de género
Las que llevan bolsas también te diferencian
ya pasamos por eso
no dicen nada pero forman su clan
y cuentan sus historias con sapiencia
En realidad
los que no llevan bolsas
también son diferentes.

 

Hembras de madera y metal
caen en tus fuentes
Te agachas frente a los bancos
para recoger inciertos papelitos
o te colocas un pequeño espejo en los zapatos
Amoldas tu conducta a los colores del pubis que descubres
te ves limpio
con tus zapatos espejados
y tu cara de ingenuo cazador de papeles
Pero es el banco el que te muestra un pubis recto
alargado como columna griega
efebo de las noches
que no descubres en el silencio del que miras
Te vas otra vez
luego de jadear tu historia en una oscuridad ocasional
y piensas
Siempre aparece un parque
siempre habrá hembras de madera
y metal.

Cuando el color hace la diferencia

Trazos a discreción sobre la piel
pequeños cortes en la tapicería
mimbre
algunos verdes
El sonido y la devolución
de la piedra en el agua
El hueso tembloroso
equivocado en el grito
la sobriedad del alimento
necesidad del mimbre
otros verdes
Vivir detrás del muro
será la diferencia
anteponerse a la salida:
filo de ver sin dedos ni papel
nada a lo que apegarse
Un absurdo invento de neuronas
y descargas eléctricas
Somos el falso adorno
Mimbre
Ningún verde.

A propósito del Fast Track

Mientras mi novio observa
un par de muchachas/muchachos
jugar track
yo leo unos versos de Curbelo
y espero la hora del atardecer
Tomamos algunas cervezas
a las que les falta una mujer con mi nombre
y apellido brasilero
Se ha ido
—nos decimos—
bebemos otro sorbo
y nos acompañamos de otras cosas
Nuestros vecinos apuestan
por la homosexualidad de las muchachas
Nosotros
hablamos de una feria en otro sitio
de la poca falta que hace un libro
pero tener un libro más
nos encadena
adosa palabras al nombre
que ponemos en las plicas
—un renglón más—
y luego quedamos
para averiguar si a los jurados
gustarán nuestros textos
Esta manía de encantarle a todos
El poeta es en sí
sin sus jurados
ni sus libros
El poeta es el ser
que observa a una muchacha/muchacho
no en su erotismo fisiológico
sino en la simple violación de la mentira.

 

Cómo es posible una palabra
en la materia viva
—átomos unidos—
otras fuerzas
moviéndose en la nada de la creación
un elemento
para crecer cancerosa(mente)
en la diferencia
Cómo habitará el soplo
la dureza del hueso
del músculo incipiente
roce eléctrico conformando imágenes
devenido en otras sustancias
otros átomos vacíos

Cómo aprenderá el susto
el miedo a la oscuridad
temblor que no es de sangre
golpeada duramente por otro músculo voraz
sino recuerdo primario del olor de la muerte
Cómo será distinta esta carne
de la que exponen
cada día
en el mercado.

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