viernes, 22 de mayo de 2009

Kathya Rodríguez (Panamá)

Despertando

Perdidos están en cosmogonía los sueños
de los vagabundos,
de los hambrientos,
de los huérfanos de besos,
de los que aburridos deshojan flores
bajo el puente y adormecen sus horas en cartones.
Esos sueños que queman cuando el cielo
descarga su rabia en gotas de miedo,
de sal, de azufre, de rencores.
Allí van, enredados en el viento, los sueños
de los descalzos,
de los frágiles,
de las momias,
de los que bailan despiertos en cajitas musicales.
Las palabras y las promesas pierden su fuerza
(no hacen eco).
Hay que envenenar el vértigo
mientras cae la lluvia como piedra
azotando a los sonámbulos.
¿Para qué soñar si ya soñar estorba?
No existen sueños para los que caminan
con el estomago endurecido ni para el recién nacido
que llora palpando la miseria.
Los suspiros adoptan las mentiras sin reproches
(en algo hay que creer aunque sea fingido).
Anochece la pobreza en las miradas caídas
cuando la tristeza cubre de maleza el alma.
Hay que guardar los sueños bajo la tierra:
esconderlos…
…olvidarlos…
…perderlos.

Deshilando telarañas

Hoy dormiré profundo, sin rencores.
Dormiré con las manos vacías
y el corazón aniquilado por los miedos.
Dormiré crucificando las horas
cuando se pegue del techo
la risa mofa de la muerte.
Hoy quiero olvidarme, olvidarte, olvidarlos.
Aún escucho los truenos castigando a la gente
-No hagan ruido, los dioses descansan-
Ignoraré el llanto de las madres, de las bestias,
de los infelices.
Se me hace tarde para el descaro,
para esconder bajo la cama las injusticias,
para guardar en el armario a los enfermos,
para asesinar mi pobreza.
Se me hace tarde ¡corre!
hay que tirar por la ventana
a la soberbia que pisotea el polvo.
El café se cansó de lamentos.
Se ha paralizado el mundo de los ignorantes,
sin embargo, crece el odio entre las razas.
Quiero olvidar que existo por un momento.
Olvidarme, olvidarte, olvidarlos:
deshilando telarañas.

Agosto negro

Dedicado a Perú (Agosto 2007)

La tierra hambrienta de cuerpos
sacude Ica y Pisco.
Tembló.
Desde lejos se respira el terror
de los pueblos.
Se cayó el mantel.
Hay ventanas rotas,
puertas caídas,
sueños enterrados.
Sobrevivió la miseria
entre los pobres más pobres.
Los inmortales buscan a su sangre
bajo los escombros.
¡Que alguien los salve!

Grito de guerra

Hay algarabía y angustia en las calles.
Se escucha una voz anunciando la guerra
contra la libertad,
contra la cordura,
contra el enemigo.
La gente defiende con su vida
los “intereses” de unos cuantos.
Olvidaron el miedo,
las injusticias,
el hambre.

Contradictorio

Tenemos que encontrar otro camino:
hablemos de guerra y “tal vez”
encontremos la paz (muertos).
Contradictorio.

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